FIBROMIALGIA
Mi primera paciente a la que entreviste en la rotación de
psiquiatría fue una paciente que le habían diagnosticado hace aproximadamente 2
años fibromialgia, pero se encontraba en la clínica por una crisis; por esta
razón quiero hablar un poco respecto a esta patología y hacer una especie de
comparación entre los hallazgos clínicos de mi paciente y el comportamiento de
la enfermedad.
En primer lugar hay que tener en cuenta que la fibromialgia es un SINDROME que se
caracteriza por dolor crónico difuso, el en caso de mi paciente su dolor era
generalizado pero se agudizaba más a nivel lumbar y cervical; también viene
acompañado de otros síntomas somáticos como poco sueño (una de las quejas que
manifestaba mi paciente es que esta presentaba una alteración en el patrón del
sueño con disminución de horas de sueño diarias), fatiga (otro síntoma común en
mi paciente) y rigidez en ausencia de enfermedad.
Se define como dolor generalizado por más de 3 meses y la
presencia de más de 11 puntos sensibles algunos de estos son dolor en el lado
izquierdo del cuerpo, dolor en el lado derecho del cuerpo, dolor sobre la
cintura, dolor debajo de la cintura, dolor en el esqueleto axial, etc. Todos
estos síntomas nombrados los presentó mi paciente.
Este síndrome es frecuente con agregación familiar y es
mucho más común en mujeres que hombres.
En cuanto a la fisiopatología de la enfermedad, está como ya
nombré el dolor amplificado, esto se presenta porque los pacientes son
altamente sensibles ante los estímulos dolorosos y no dolorosos entre esos el
calor, tacto frío, estímulos químicos, luz, sonido y el olor, la causa como tal
no es muy clara pero se cree que hay anormalidades en el procesamiento central
y periférico de los tejidos, según estudios se ha reportado evidencia de sensibilización
central indicando bajos umbrales nociceptivos en el cerebro y cuerno dorsal de
la medula espinal. También se ha visto niveles elevados de sustancia P,
fragmentación de ADN de fibras musculares, aumento IL-1 en tejidos cutáneos y
anormalidades en la perfusión de tejido muscular todo esto influye a que cuando
entra un impulso este se manifiesta en dolor; a parte de estas alteraciones hay
alteraciones endocrinas en el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y una
respuesta exagerada de la hormona adrenocorticotropica.
Los síntomas que se pueden evidenciar de la enfermedad son
dolor crónico generalizado que puede evidenciarse más en la región cervical y
lumbar (como presentaba mi paciente), generalmente este dolor empeora con la
tensión emocional y el insomnio (dos características comunes que encontré en mi
paciente; en cuanto a la tensión emocional por la que pasaba mi paciente era
que su hija se iba del país y no iba a
vivir más con ella esta situación pudo haberle desencadenado su crisis y por el
otro lado está la alteración en el patrón del sueño), el sueño no reparador
(durante la hospitalización y unos meses antes mi paciente presentó un sueño
muy superficial), también puede encontrarse xerostomía, xeroftalmia, síntomas
de colon irritable, ansiedad y depresión (estos dos últimos los pude detectar
durante la entrevista que realice; la paciente presentaba sentimientos de
desesperanza, perdida de interés en las actividades, insomnio, ideas de muerte,
entre otros).
El diagnostico se realiza teniendo en cuenta el dolor crónico generalizado, puntos sensibles al
examen físico y paraclínicos normales, según el colegio americano de
reumatología se tiene en cuenta 11 zonas dolorosas y 18 puntos sensibles a la
palpación digital.
En cuanto al tratamiento se debe identificar las
comorbilidades como depresión, ansiedad
y trastornos del sueño (los tres se evidenciaban en mi paciente); el
tratamiento es multidisciplinario e incluye farmacológico y no farmacológico
(terapia física); se pueden utilizar antidepresivos tricíclicos y análogos, se
puede dar: amitriptilina (25-50 mg en la noche), ciclobenzaprina (10- 20 mg)
también se puede usar fluoxetina (20-80 mg
con un tricíclico cuando se vaya a dormir).